La fosa fue creada, prácticamente, para acoger a diferentes integrantes de la familia más castigada por la represión del municipio, la del guerrillero Braulio García Fernández, apodado “El Comisario”. Las dos víctimas que yacen en la fosa de este municipio son su cuñado, Arturo López, y su mujer Sofía López. Arturo López García fue fusilado el 17 de enero de 1942, y Sofía se suicidó al poco tiempo de salir de la cárcel. Agustina y Luisa cuentan cómo su madre, Sofía López García, fue encarcelada junto a su hermano Arturo nada más acabar la guerra, cuando regresaban al pueblo desde Valencia. Agustina señala que en cárcel amamantaba a una de sus hermanas, recién nacida, y cómo fue torturada de diversas maneras… hasta el punto que al salir de la cárcel apareció ahogada en el fondo de un pozo. Se desconocen las circunstancias que precedieron al acto, tenía 35 años. Su hermano Arturo López García fue encarcelado junto a su madre nada más terminar la guerra. Fue torturado, trataron de asesinarlo con un montaje de intento de fuga. Viviría lo suficiente como para sobrevivir a ese disparo a bocajarro contra su mandíbula y para morir, finalmente fusilado. Francisca García, madre de Arturo, moriría de pena unas semanas después. La fosa se localiza en el interior del cementerio municipal aunque no ha sido posible conocer su ubicación exacta.