Almodóvar del Campo
- Lugar: cementerio municipal
- Geolocalización: 38.718756, -4.181778
- Víctimas: 268 personas Más información
- Estado: Intervención familiar / municipal
- Historia:
En el cementerio de Almodóvar del Campo tiene cabida lo que se convirtió en un sumatorio de fosas abiertas en función de los fusilamientos programados a partir mayo de 1939 y de la acumulación de muertos en las tres prisiones de Almodóvar del Campo, que eran enterrados igualmente en fosas.
El protocolo de los fusilamientos queda registrado de manera clara a partir de los expedientes de los juicios sumarísimos contra Narciso Ciudad Nieto, Luis Zamora Fernández, José Cabello Palomo, Casimiro Cárdenas Martín, Carmelo Moreno Pareja y Evaristo Martín Hervás. Los fusilamientos se producían en la pared exterior izquierda desde la entrada y desde ahí con carretillas los asesinados eran trasladados al interior.
Cabe entender, por esta disposición, que la fosa acogía hasta tres pisos de cadáveres y que se ampliaba la anchura en función del número. Posiblemente el número de fosas más pequeñas dentro de la fosa general del cementerio estuvo marcado por las tandas de fusilamientos y la llegada de muertos desde prisión. Al no disponer del libro del cementerio como fuente, por diferentes testimonios orales e incluso uno fotográfico conocemos que la fosa —o fosas— estaría al final de la pared izquierda oeste. Según Escolástico Camacho, hijo y hermano de fusilados en Almodóvar y promotor de la exhumación de 1981, serían en realidad dos grandes fosas de unos 30 metros de longitud. Se trataban, pues, de grandes fosas que avanzaron hasta el fondo. Al llenarse una se haría otra paralela.
En algún caso, sobre todo en relación a víctimas de Almodóvar del Campo, la familia pudo enterrarlos fuera de la fosa pero no tenemos constancia de cuantas personas fueron ni de quienes eran. Algunos dicen que quienes confesaron pudieron ser enterrados por sus familiares individualmente, pero eso debió afectar a muy pocas víctimas. En total en 1939 habrían sido fusiladas 75 personas, entre ellos muchos concejales y varios alcaldes de Almodóvar del Campo, Abenójar y Fuencaliente. Además, a lo largo de 1939 hubo tres víctimas procedentes de prisión que se enterraron en otras fosas.
La intensificación de los fusilamientos a finales de 1939 probablemente se convirtió en el motivo principal de la preparación, por parte de los presos, del plan de evasión de la cárcel de Almodóvar. Se llevó finalmente a cabo en la noche del 31 de diciembre de 1939.
Avisada la Guardia Civil, numerosos efectivos entraron en la prisión provocando una auténtica masacre. Murieron 24 presos. Unos días después hubo dos muertos más por arma de fuego que podrían ser heridos de aquella carnicería. Así, el 1 de enero de 1940, se abrió la fosa más grande del cementerio de Almodóvar y el mes más dramático de la represión en el partido de Almodóvar del Campo.
El total de víctimas por arma de fuego fue de 60, a los que habría que sumar 3 más fallecidas en prisión en ese mes. En apenas 20 días la mayor parte de los presos condenados a muerte habían muerto, entre ellos varios alcaldes de Villamayor de Calatrava, Fuencaliente, Abenójar y Los Pozuelos de Calatrava.
Durante el resto del año los fusilamientos se redujeron y se espaciaron más en el tiempo, en parte debido al traslado a Ciudad Real de un grupo numeroso de presos que hasta entonces estaban en la hacinada cárcel de Almodóvar. Entre otros muchos fue trasladado a Ciudad Real José Calvo, director de las cárceles de Almodóvar, que fue acusado de negligencia y complicidad con los presos de Almodóvar y condenado a pena de muerte que se hizo efectiva en Ciudad Real.
Todos estos datos permiten señalar que posiblemente fueron abiertas 15 subfosas para estos fusilados y es probable que algunas más para los 10 reclusos que murieron en prisión entre febrero y diciembre de 1940.
A partir de diciembre de 1940 la incidencia y forma de la represión con resultado de muerte cambiará. Ya no se producirán nuevos fusilamientos pero, en cambio, el número de muertos en prisión se multiplicará de manera exponencial y no afectará solo a condenados del partido de Almodóvar sino también de otros partidos y localidades de fuera de Ciudad Real. Con toda probabilidad se produjo un traslado de presos desde Manzanares a Almodóvar a finales de 1940 y por esa razón encontramos que en menos de un año morirán en la cárceles de Almodóvar 46 presos de la zona oriental de la provincia, 16 de ellos de Manzanares, 7 de Tomelloso, 5 de Membrilla, 5 de Pedro Muñoz, 5 de La Solana…
En total murieron 79 reclusos hasta agosto de 1940 para los que se abrirían 58 subfosas para una o dos víctimas.
La fosa de Almodóvar acoge la última víctima el 18 de agosto de 1941. A partir de esa fecha la cárcel del partido desaparecerá, se convertirá en un simple depósito de presos y todos los reclusos políticos serán trasladados a otras prisiones, sobre todo a la de Ciudad Real.
La fosa queda inalterada hasta 1981. En ese momento, familiares y amigos de las víctimas, apoyados por la corporación municipal de Almodóvar del Campo, presidida por Vicente de Gregorio y con la intervención del concejal de obras Jacinto López, iniciarán una colecta para comprar un terreno en el cementerio donde llevar los restos que se exhumarían de las víctimas mortales de la represión. El alma del proyecto fue Policarpo Bajo, uno de los dirigentes del Partido Socialista durante la República y varias veces encarcelado durante el franquismo. Con lo recaudado se pudo comprar, por 43.000 pesetas, 18 metros cuadrados en una de las zonas más vistosas del cementerio de Almodóvar, en el cuarterón de Santo Tomás, lindando con el paseo central. También dio para adquirir el material necesario para la construcción del mausoleo y los féretros. Otros voluntarios se encargaron de los trabajos de exhumación sin protocolo.
Según testimonios orales, algunos restos fueron reclamados por los familiares que los llevaron a sitios particulares de entierro tanto del cementerio de Almodóvar como a cementerios de otras poblaciones.
El mausoleo, sin nombres, se inauguró el 31 de octubre de 1981 con unas palabras del alcalde de Almodóvar. A partir de esa fecha algunos familiares han colocado en el monolito pequeñas placas para recordar a sus seres queridos de forma individualizada
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