Francisca Bravo | 06/05/2018
- José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real, hace balance de ‘Mapas de Memoria’, una iniciativa pionera desde una administración en la recuperación de la memoria histórica.
- “Incluso las personas conservadoras saben que no puede quedar gente en las cunetas, sin una sepultura digna”, explica el socialista
Tras el éxito del primer acto institucional en reconocimiento a los represaliados por el franquismo en la provincia de Ciudad Real, el proyecto promovido por el Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED y la Diputación provincial se enfrenta ahora a una nueva etapa. El presidente de la institución, José Manuel Caballero, recuerda que financiar esta iniciativa era una “obligación” que se ampara en la Ley de Memoria Histórica que, recuerda, está actualmente sin dotación presupuestaria.
“A Rajoy le gusta recordar que hay cero euros”, lamenta Caballero en una entrevista con eldiarioclm.es, a la par que recuerda que la Ley obliga a “todas las administraciones” a promover la recuperación de la memoria democrática de las víctimas de la represión franquista. “Por eso entendimos que teníamos que hacer un acto de reconocimiento que viniese de una administración del Estado como es la Diputación”, recalca. No un acto de partido, ni tampoco de “ensalzamiento de un bando”, puntualiza, sino algo que tuviese las mismas características que tuvo el acto del Día de la Constitución, por ejemplo.
“Era algo imprescindible, promover una política marcada por la recuperación de memoria democrática de la provincia y de recuperación de las personas y los restos”, asegura. Por eso se quiso hacer de una manera “científica, alejada de la pasión política” y ahí entran los profesionales de la UNED, un grupo multidisciplinar de historiadores, antropólogos e investigadores especializados en desaparecidos, exhumaciones, fosas y víctimas del franquismo. “Una institución académica le daba consistencia a la investigación, quitando las vertientes más emocionales y lo convertía en algo profesional y científico.
Compromiso en el tiempo
El equipo del Centro de Estudios había recibido ya ayudas puntuales de la Diputación de Ciudad Real, en la época en la que todavía se recibían subvenciones desde el Ministerio de Presidencia en concordancia con la Ley de Memoria Histórica. Sin embargo, ahora con un convenio firmado, se pretende dar continuidad al proyecto, para hacerlo estable. “Queríamos hacerlo con todo el cumplimiento de los plazos administrativos, y así lo hemos hecho”, explica Caballero. Al tener ya una gran cantidad de información, la primera fase del proyecto estaba muy avanzada, la relacionada con la documentación e investigación, para crear un fondo de información.
El siguiente paso es el relacionado con la señalización y la localización de los distintos puntos alrededor de la provincia vinculados con la memoria histórica, ya sean fosas, hechos o acontecimientos de especial importancia. La tercera fase será la detección y estudio de las fosas, que incluirá en última instancia también la exhumación de las que sea posible. “Estamos en condiciones de señalizar fosas con independencia de que se puedan exhumar o no. Esto supondrá una aportación extraordinaria y especial, con importancia y relieve”.
Consenso de toda la sociedad
“Para mí, el fenómeno me ha resultado interesante desde el punto de vista del contenido de lo investigado, pero también de la reacción de la sociedad. Nadie se ha escandalizado, nadie ha armado bochinche”, explica José Manuel Caballero. Tampoco el PP, único grupo de oposición en la institución, con quienes hablaron antes de firmar el convenio. “Les dije, quiero hacer esto bien, con un instituto académico, y quiero hacer un acto de homenaje y que en un acta del Pleno quede registrado que esto va a pasar”, recuerda el socialista.
La idea, señala, es que al igual que en su momento se homenajeó a sus opresores, también se reconocerá a las víctimas. “Hablé con ellos para que no se sintieran incómodos”, asegura. “El PP se ha mostrado con mucha corrección y respetando la sensibilidad de las familias y sus víctimas. Este fenómeno se ha producido aquí en la oposición, y también en la sociedad. Nadie ha montado lío. Esto habla de una madurez importante y un reconocimiento de que esto no podía seguir así. Incluso las personas conservadoras saben que no puede quedar gente en las cunetas, sin una sepultura digna”, recalca.
Por parte de los familiares, Caballero celebra que han podido encontrar una “satisfacción” en el hecho de que el Estado haya reconocido a las víctimas. “Reconocimos a quienes sufrieron el oprobio, el escarnio de la dictadura. No hacemos nada especial, pero llama la atención porque aquí no se había hecho nunca”, asegura el presidente de la Diputación. Este consenso, asegura, se puede trasladar también a un nivel regional, ya sea de manera “pasiva o activa”. En este sentido, destaca que es “imprescindible” eliminar el disenso que existe en este tema y pide que se busque el consenso en la sede parlamentaria.
Aunque lamenta que no hay manera de continuar el compromiso que ha adquirido la Diputación en el caso de que exista un cambio de partido gobernante, confía en que “gobierne quien gobierne” se mantenga esta actitud de apoyo al proyecto. “Es cierto que para otros partidos no es tan importante, pero confío en que tengan la sensibilidad suficiente para continuar con esto, porque pertenece a la memoria digna de la sociedad. Al margen de los partidos”, afirma.
Por eso, espera que otras instituciones, como la Fundación Franco, se vean finalmente ilegalizadas, tal y como ha pedido el PSOE en el Congreso de los Diputados. “La sociedad es mucho más comprensiva e implicada y normaliza esto más que las instituciones y los partidos políticos. Por eso, es importante que se produzca la madurez suficiente para el consenso”, recalca.
“¿Sería entendible que hubiera una Fundación Hitler? Tiene que prosperar la iniciativa para ilegalizar la Fundación. No debería estar permitido en un estado democrático que se exalte la dictadura , la violencia y el uso injustificado de la fuerza”, concluye. Por eso, pide también al PP y a Mariano Rajoy que se “quite de esa sensación de pertenencia al franquismo”. “No es un partido franquista, en principio. Deben hacer un ejercicio de condena a la dictadura”.
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